Buen arranque del CRT en el Dakar 2015
En la Etapa Uno de la competencia, que unió Buenos Aires - Carlos Paz en un recorrido de 833 kilómetros (663 de enlace y 170 de especial), el prototipo #336 del binomio Juan Manuel Silva - Juan Pablo Sisterna finalizó en el 34° puesto tras 1h24m27s (+11m37s). Por su parte, la dupla Martín Maldonado - Sebastián Scholz al comando del prototipo #382, culminó en la posición 92 con un tiempo de 1h45m31s (+32m41s). Mañana se disputará la segunda etapa, que unirá Villa Carlos Paz - San Juan.
El Equipo CRT debutó oficialmente en el Dakar 2015 al disputar la Etapa Uno de la competencia, la cual unió Buenos Aires - Carlos Paz en un recorrido total de 833 kilómetros (663 de enlace y 170 de especial).
El prototipo #336 comandado por el binomio Juan Manuel Silva - Juan Pablo Sisterna, finalizó en la 34° posición tras 1h24m27s (+11m37s). El piloto chaqueño, sostuvo que “el resultado fue positivo debido a la gran cantidad de tierra que había en el camino, la cual no nos permitía sobrepasar ningún vehículo y nos retrasó bastante. Además, tuvimos un tumbo en una curva ciega, donde por suerte había gente que nos giró enseguida para continuar sin perder ni un minuto. Estamos contentos con el funcionamiento de la camioneta y tenemos un gran potencial para lo que resta, que serán etapas más largas y duras”.
Por otra parte, el prototipo #382 dirigido por la dupla Martín Maldonado - Sebastián Scholz, culminó en el puesto 92 con un tiempo de 1h45m31s (+32m41s). “Estamos muy contentos de haber finalizado la etapa, a pesar de que la gran cantidad de tierra no nos permitía acelerar a gusto y la hizo muy frenada. Ahora estamos pensando en lo que sigue y vamos por más”, sostuvo Maldonado al llegar a la meta.
Etapa dos. Mañana se disputará el segundo día de competencia en un recorrido que unirá Villa Carlos Paz – San Juan, el cual tendrá 107 kilómetros de enlace, y de especial de 518, que será el más largo del rally. El suelo presentará un grado de variedad capaz de hostigar a los más preparados. Terreno duro al principio de la carrera, luego polvoriento por porciones en la jornada, antes de llegar al final del recorrido arenoso. Se trata de un real test, que los competidores pasarán con éxito conservando un nivel de vigilancia constante.
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